Es muy común encontrar, entre los afortunadamente in crescendo para nosotros, artículos sobre el mundo del markething olfativo. Que la idea principal es vender y vender por encima de todo.
Queremos hoy explicar que con paciencia, todo llega, y en efecto, el efecto medioplacista es, efectivamente, que la venta sea mas efectiva que no efectista.
Incorporar aromas con perfumes que no ambientadores a los espacios previamente estudiados por profesionales especializados, no es tarea fácil. Y sobretodo, hay que tener claro que el objetivo principal es que el usuario, cliente, paseante, visitante o cualquier otro ante, se sienta más cómodo en ese lugar.
Para ello es preciso elegir una esencia acorde a la marca, al foco, a la identidad, más que al producto. Exclusivamente como manifiesta nuestro bloguero de hoy en su artículo sobre vender más a través del olfato y marketing olfativo.
Poner olor a café en una cafetería, o a palomitas en un cine, o a vainilla en una heladería nos puede provocar cierta sensación de engaño a través de la nariz con un matiz hasta un tanto perverso.
El concepto del marketing olfativo debería ir más por una sensación agradable de haberse currado el espacio olfativamente, más que la agresiva manía de vender de forma exponencial. Es esta, en esta, tribuna la primera derivada.
Dejamos a su imaginación cual puede ser la segunda…….