Ayer fue el día mundial de la visión y como andamos sin gafas, pasó sin que reparáramos en él.
Recordemos que las gafas son para ver de cerca, pero también de lejos. Por lo que nuestro homenaje de hoy al sentido de la vista se perfila más hacia el medio y el largo plazo como prioridad en el observatorio social que viene ya siendo esta plataforma olfativa.
Para aclarar o complicar más lo que queremos decir, usaremos términos oftálmicos u oftalmológicos, es decir, del olfato. Hay más abundancia entre nuestros excelentísimos y por obligación respetadísimos dirigentes, de miopes y astigmáticos (los que no ven tres en un burro (que de hipermétropos (los que ven bien sólo de lejos).
Desde nuestra grada la necesaria visión a corto, medio y largo plazo. Supone incorporar al equipo de los mecanismos decisores, tecnócratas miopes, hipermétropas y cristalinonormalizados. Que concluyan con recomendaciones sensatas para un progreso equilibrado.
Y finalizamos con la denunciable denuncia de una injusta injusticia:
La visión tiene su día pero el olfato no. Pero, en cambio, hay ferias de la limpien y el buen olor.