Un perfume consta de tres partes: entrada, corazon y fondo. Esta última es la esencia, lo que queda, el fantasma bueno que se instala secreta y discretamente en el hipocampo.
Se celebra estos días en Madrid, Museo del Traje, la WTA o Bienal de Arte Textil Contemporáneo, que lejos de los circuitos tenísticos de raquetas femeninas, nos trae vitaminas de originalidad y creatividad, con un claro mensaje de concienciación con nuestro medio amenazado hacia la degradación.
Es lo que les puede ocurrir al contemplar los colores y las formas de obras como con el cántaro a la fuente de Cristina Vallejo Llopis, o la sorprendente y radiante vida marina de Tsuko Sasaki, o el perfume de Frida Kahlo de Rosa María Castillo.
Esta última ayuda a entender el concepto de fondo en terminología olfativa.
Compruébenlo in situ, hasta el 22 de septiembre.