La tecnonogía disruptiva se filtra como el agua por todos los poros de oportunidad. En este caso entra en las habitaciones de hoteles para mediante fotocatálisis eliminar las moléculas de virus y bacterias causantes entre otras cosas del temido mal olor en espacios públicos, de tránsito o muy concurridos como son los hoteles.
En este hotel de Copenhague, antigua fábrica de cerveza, se han puesto en prueba en sus habitaciones difusores que expulsan TiO2, dióxido de titanio, que al reaccionar con la luz del sol liberan radicales libres -esos dulces átomos desapareados en edad de aparearse- que acaban desinfectando el aire de microbios. El resultado es una limpieza química que también elimina malos olores.
De momento, los neutralizadores del mal olor funcionan igual y son muchisimo mas baratos.
Habrá que esperar un resultado contrastado en este hotel innovador y sin duda audaz, donde se espera que los radicales libres no se despendolen y la tomen con algún cliente que entró con dos orejas y salió con cinco, puntiagudas por cierto..