Influido por la cultura humanista de su época, Arcimboldo continúa el oficio familiar de elaborar vitrales, mosaicos y frescos, pero consigue una señal de identidad propia reconocida finalmente tras permanecer oculto en la trastienda. Algunas de sus obras estuvieron colgadas en los aposentos de Felipe II en el desaparecido Alcázar de Madrid.
Este artista se anticipa en el siglo XVI al fenómeno de la ilusión óptica jugando con imágenes ensambladas hacia una forma reconocible, normalmente retratos. En el siglo XX este fenómeno se conocerá como pareidolia y será herramienta habitual de vanguardistas iluminados que presumirán de haber descubierto Las Américas.
Para nosotros, Giuseppe es un visionario que lanza un mensaje subliminal hacia el potencial de los aromas y la importancia de oler bien, a través del colorido de sus frutas y verduras.
