Todos tienen en mente el famoso episodio de la Madeleine de Proust -puesto bienpensamos en este foro que nuestro público es cultivado, ilustre y por supuesto exquisito- , lance clave de la búsqueda del tiempo perdido, que hoy simboliza el poder de los olores evocadores.
“Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí sus sabores … apareció la casa gris y su fachada, y con la ella, la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles…”
Ciertamente, la memoria de los olores es muy poderosa pero tambien esa fuerza es igualmente desconocida y su potencial acumula mucho recorrido.
Por ello Scent4 hace de tía en esta ocasión e invita a magdalenas personalizadas .