Nuevo avance en la industria del automóvil inteligente.
Incorporar un sensor de olores en el vehículo, permitirá detectar conductas no aptas para la conducción como tabacos, alcoholes o exceso de Rock&Roll. Si se trata de prevenir incidentes, la localización de pérdidas de fluidos en el motor nos puede alertar de posibilidad de avería.
Hasta ahora era nuestra propia nariz la que nos avisaba de alguna fragancia sospechosa que pudiera interrumpir la conducción. Con este sensor la anticipación minimiza el riesgo y aumenta la seguridad.
Desde luego el argumento va hacia esa dirección y por supuesto tambien hacia la linea de rental y car sharing respecto a la incorporacion de fragancias agradables para atraer clientes nómadas hacia su marca.
La inteligencia artificial llega tambien a la conducción olfativa, no sabemos muy bien si para nuestro bienestar o para tenernos mas controlados.
Será habitual a partir de ahora un saludo domotizado nada mas entrar en nuestro bólido 7.0 como este:
Hemos detectado que sus calcetines han perdido el glamour de hace dos días.
